CASCOS DE SEGURIDAD EN LA INDUSTRIA

La principal función del casco de seguridad es proteger la cabeza del trabajador. Su uso es de suma importancia, ya que con este se puede evitar accidentes y lesiones de por vida. Protegiendo, además, de riesgos de naturaleza mecánica, térmica o eléctrica.

Dentro de elementos que posee el casco son:

• Armazón: Incluye el casquete, visera y el ala.
  

• Arnés: Este conjunto mantiene al casco en posición sobre la cabeza y de a absorber energía cinética durante un impacto. Se puede diferenciar a la banda de contorno de cabeza, banda de nuca y al barboquejo.

El casco debe cumplir algunas condiciones para reducir las consecuencias destructivas de los golpes en la cabeza.

• Limitar la presión aplicada al cráneo al distribuir la carga sobre la mayor superficie posible. Esto se logra dotándolos de un arnés lo suficientemente grande para que pueda adaptarse bien a las distintas formas del cráneo, combinado con un armazón duro que debe resistir la deformación y la perforación.
  

• Desviar los objetos que caigan por medio de una forma adecuadamente lisa y redondeada.

• Debe ser suficientemente flexible para deformarse por efecto del impacto sin tocar la superficie interior del armazón.

Además de la seguridad hay que considerar los aspectos fisiológicos de comodidad del usuario:

• El casco debe ser lo más ligero posible. No pesar más de 400 gramos.

• El arnés tiene que ser flexible y permeable a los líquidos y no irritar ni lesionar al trabajador.

• La banda de cuero, completa o media, es necesaria para absorber el sudor y reducir la irritación de la piel.

• El armazón, para mejorar la comodidad térmica, es preferible que sea de color claro y tener orificios de ventilación con una superficie comprendida entre 150 y 450 mm2.

• Es imprescindible ajustar bien el casco al usuario para garantizar la estabilidad y evitar que se deslice y limite el campo de visión.

• La forma de casco más común dentro de las diversas comercializadas es la de "gorra", con visera y reborde alrededor.

La norma Europea EN 397 especifica requisitos y métodos de ensayo para la certificación de cascos.

• Pruebas obligatorias: se aplican a todos los tipos de cascos, sea cual sea el uso al que estén destinadas: capacidad de absorción de golpes, resistencia a la perforación y resistencia a la llama.

• Pruebas opcionales: se aplican a cascos de seguridad diseñados para grupos de usuarios especiales: resistencia dieléctrica, resistencia a la deformación lateral y resistencia a bajas temperaturas.

Uso y mantenimiento

• El casco debe ser objeto de un control regular. Si en su estado presenta hendiduras o grietas o indicios de envejecimiento o deterioro del arnés se deberá dejar de utilizar.

• Se aconseja al empresario que precise en la medida de lo posible el plazo de vida útil en relación con las características del casco.

• Es imprescindible ajustar bien el casco al usuario para garantizar la estabilidad y evitar que se deslice y limite el campo de visión.

• Los cascos de seguridad que no se utilicen deberán guardarse horizontalmente en estanterías o colgados de ganchos en lugares no expuestos a la luz solar directa ni a una temperatura o humedad elevadas.

• El casco puede ser compartido por varios trabajadores previa limpieza y desinfección.

• La limpieza y desinfección son particularmente importantes si el usuario suda mucho.

El casco de protección, como equipo de protección individual que es, debe utilizarse cuando los riesgos presentes en el lugar de trabajo no se evitan con medios de protección colectiva técnicos o bien por medidas, métodos o procedimientos de organización del trabajo.